miércoles, 10 de abril de 2013

Leer no debería dar sueño, sino sueños

Este domingo 14 de abril serán las elecciones para designar el nuevo presidente del país y por lo tanto nos dieron algunos días libres en el liceo, los cuales aprovecharé para ver algunos buenos libros y descansar de ciertas tareas fastidiosas.

En la materia Castellano y Literatura mandaron a leer un libro llamado Ojitos de Angel escrito por Ramón Fonseca Mora. Este libro no me llamó la atención. Cuando lo comencé a leer me pareció muy lento y aburrido porque  su lenguaje es pobre en imágenes. La mayoría de los libros me hacen imaginar y hasta soñar con lo que leo; pero este a pesar de lo descriptivo que era no fue llamativo, y es demasiado moralista, es como que si todo fuera una regañadera, tu profesor o tu mamá diciéndote que esto es bueno y aquello es malo, pero disimuladamente. Le pregunté a las demás personas de mi clase sobre su opinión en cuanto al libro y gran parte me dijo que no lo terminó de leer. Y pensar que yo debí suspender Cien años de soledad para leer ese sermón tan aburrido.

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