En uno de los viajes que hago en la semana a la capital de mi país (que queda a una hora y media de mi casa), conocí a un personaje que rompió con la monotonía del viaje. Sin siquiera saber sus nombres éste curioso anciano comenzó a hacer preguntas a los pocos pasajeros que viajaban en el vagón del metro. Pero para la sorpresa de todos, estos cuestionamientos no eran tan comunes, algunas eran triviales y otras contenían un poco de sarcasmo. Dichas preguntas agilizaban la mente y el rutinario viaje de regreso a casa. Fui de las pocas personas que respondí, y que se entretuvo con el agradable señor.
Luego de un rato, era mi turno de poner a pensar al señor y ¿por qué no? a los viajeros del vagón:
¿Cuál es el pueblo colombiano cuyas vocales de su nombre son 5 letras "A"?
La respuesta, el lugar de nacimiento de mi escritor favorito: ARACATACA.
El anciano no logró responder a mi pregunta y fue entonces cuando le mencioné la respuesta. Me comentó que estaba en el proceso de hacer un pequeño libro que contuviera estas tantas preguntas que activen a nuestra mente y nos enseñen tips, curiosidades y humor, al mismo tiempo que nos hagan reír y divertirnos para acabar con el aburrimiento y la ignorancia.
Espero que logre hacer ese tan entretenido libro, y me encantaría agradecerle por cambiar mi retorno a casa.
El anciano no logró responder a mi pregunta y fue entonces cuando le mencioné la respuesta. Me comentó que estaba en el proceso de hacer un pequeño libro que contuviera estas tantas preguntas que activen a nuestra mente y nos enseñen tips, curiosidades y humor, al mismo tiempo que nos hagan reír y divertirnos para acabar con el aburrimiento y la ignorancia.
Espero que logre hacer ese tan entretenido libro, y me encantaría agradecerle por cambiar mi retorno a casa.
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