
Este cuento me lo regalaron cuando cumplí siete años. Trata sobre un mono violinista de la isla de Trinidad que quería conocer nuevas tierras. Cuentan los Waraos que la isla de Trinidad estaba unida a tierra firme pero cuando el mono, Naku, decidió aventurarse en su viaje al delta del Orinoco se desató una gran tormenta que separó a Trinidad y él tuvo que quedarse en tierra firme. Allí conoce a sus nuevos amigos que encantados con la música de su violín le pidieron que se quedara, pero poco después se enteró de que tenía un enemigo, el tigre Tobe, que le encantaría probar la carne de Naku. El tigre antes de comerse al mono dejó que este tocara su última melodía con la cual lo encantó y Tobe fascinado por el maravilloso sonido, le pidió a Naku que lo perdonara y desde ese momento fueron amigos.
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