lunes, 30 de noviembre de 2015

Danza y fotografía por Kylli Sparre

     Mi día a día se ve relacionado con la danza y la fotografía, además de la literatura. Así suele pasar con muchas personas al rededor del mundo, por distintas razones sus estilos de vida poseen influencias de ciertos entretenimientos y puede que estos comiencen a formar parte sustancial de la jornada diaria haciendo transformar estos "pasatiempos" en caminos que seguir de manera profesional.

     Esto sucedió con Kylli Sparre y sus fotografías conceptuales influenciadas por la danza

"Después de años de formación para lograr convertirse en una bailarina de ballet profesional, la artista Kylli Sparre se cercioró de que no era ese su camino. En vez de ello, canalizó su pasión por la danza a través de la fotografía y la manipulación de imágenes. El impacto e influencia de su carrera como bailarina se hace inmediatamente evidente al apreciar sus fotografías conceptuales llenas de plasticidad de movimientos, de energía, de coreografías."

Para seguir disfrutando de esta obra realizada por Kylli Sparre puedes visitar

lunes, 23 de noviembre de 2015


Conozcan a “Pacheco”

      En una entrada anterior escribí sobre el “Pacheco” decembrino. A quienes quieran conocer un poco más sobre esta tradición venezolana relacionada con la época navideña les amplío la información sobre esta popular expresión que nació hace mas de cien años en nuestra querida ciudad capital Caracas. Luego se extendió por toda Venezuela para referirnos a que comienza a bajar considerablemente la temperatura por esta época del año y todos desempolvamos los abrigos, las cobijas, las bufandas, los guantes y gorros de lana, sobre todo en los lugares montañosos como Los Altos Mirandinos, donde yo vivo.
   
En Caracas se hacen alegorías de Pacheco, quien era floricultor y vivía en un bello lugar llamado Galipán. El año pasado por esta fecha la alcaldía realizó un hermoso acto que representaba la llegada del popular personaje montañés que huyendo del frío bajaba cargado de flores desde lo alto de nuestro Waraira Repano.
     En el espacio http://www.cuandoerachamo.com encontré esta explicación:
     Pacheco llegaba a Caracas por el Camino de los Españoles y entraba por la Puerta de Caracas en La Pastora, vendía sus flores frente a la famosa Iglesia de esa zona y descansaba de su difícil viaje, de esta manera la gente comenzó a asociar la llegada del vendedor de flores con la época más fría, desde Noviembre hasta Enero.
     Los caraqueños al ver a este hombre exclamaban “Allí viene Pacheco”, “Bajó Pacheco” o “Llegó Pacheco”, de esta forma sabían que las temperaturas estaban bajando en la montaña y que también bajarían a los pocos días en Caracas. La llegada del Pacheco era sinónimo de que se acercaba la Navidad.









miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ciudad del clima perfecto

     "Ya viene bajando Pacheco" se comenta en las calles de Los Teques. Con éste tradicional dicho, los habitantes de la ciudad mirandina se refieren al frío que suele venir de las montañas aledañas dándole bienvenida a celebraciones navideñas en los últimos meses de cada año. En  dicha época, el frío y la neblina inundan las calles del lugar, tenues lloviznas y chubascos momentáneos crean charquitos que forman parte del entretenimiento de los más pequeños. Algunos disfrutan el clima paseando en los alrededores, otros desde las ventanas de sus hogares. En mi caso -y creo que el de muchos- quedarme leyendo cerca del balcón en la casa, además de estar enroscada en una gran cobija y con algún aperitivo para disfrutar es la actividad predilecta que tengo para estas épocas. 

Tatuaje

     Cuando su prometido regresó del mar, se casaron. En su viaje a las islas orientales, el marido había aprendido con esmero el arte del tatuaje. La noche misma de la boda, y ante el asombro de su amada, puso en práctica sus habilidades: armado de agujas, tinta china  y colorantes vegetales dibujó en el vientre de la mujer un hermoso, enigmático y afilado puñal.
     La felicidad de la pareja fue intensa, y como ocurre en esos casos: breve. En el cuerpo del hombre revivió alguna extraña enfermedad contraída en las islas pantanosas del Este. Y una tarde, frente al mar, con la mirada perdida en la línea vaga del horizonte, el marino emprendió el ansiado viaje a la eternidad.
     En la soledad de su aposento, la mujer daba rienda suelta a su llanto, y a ratos, como si en ello encontrase algún consuelo, se acariciaba el vientre adornado por el precioso puñal.
     El dolor fue intenso, y también breve. El otro, hombre de tierra firme, comenzó a rondarla. Ella, al principio esquiva y recatada, fue cediendo terreno. Concertaron una cita; y la  noche convenida ella lo aguardó desnuda en la penumbra del cuarto. Y en el fragor del combate, el amante, recio e impetuoso, se le quedó muerto encima, atravesado por el puñal.

-Ednodio Quintero

     Éste escritor venezolano nació en el estado Trujillo en 1947. Actualmente reside en Mérida, ciudad a la que llegó, en 1965 para estudiar Ingeniería Forestal. Es profesor de la Escuela Nacional de Medios Audiovisuales, de la Universidad de Los Andes, y uno de los narradores y ensayistas más destacados de la literatura venezolana contemporánea. Ednodio Quintero ha sido galardonado con algunos de los más importantes premios literarios de su país: Primer Premio de Cuentos de El Nacional, de Caracas (1975); Narrativa Breve del Instituto de Cooperación Iberoamericana por Soledades (1992 ); Narrativa del CONAC (Consejo Nacional de la Cultura) por La Danza del Jaguar, en 1992; "Miguel Otero Silva" de la Editorial Planeta por su novela El Rey de las Ratas, en 1994; “Francisco Herrera Luque” de la Editorial Grijalbo-Mondadori (1999) por El corazón ajeno.
Según http://www.escritoresmerida.com.ve/

lunes, 9 de noviembre de 2015

Espejo gris de Santiago Cárdenas

      “Las obras de arte no son espejos" resalta E. H. Gombrich "pero comparten con los espejos esa inaprehensible magia de transformación, tan difícil de expresar en palabras" 

     El pintor Santiago Cárdenas Arroyo nació en Bogotá en 1937. Realizó estudios de arte en Rhode Island School of Design, BFA en pintura en 1960. Fue becado en Cummington Art School, Massachussetts durante el verano de 1959. Después de prestar servicio militar obligatorio en el ejército de los Estados Unidos, ingresó a Yale University donde obtuvo el MFA en pintura en 1964. Regresó a Colombia en 1965 y desde entonces cuenta con una activa carrera docente ejercida en la Universidad Nacional de Colombia. Allí es profesor titular y profesor emérito (1993).
     Su obra ha sido reconocida en diversos certámenes en Colombia, Sur América, Europa y en los Estados Unidos de América. Ha realizado más de cuarenta exposiciones individuales y participado en numerosas muestras colectivas.

Sobre su Obra “Espejo gris”

En 1974 aparecen nuevamente obras sobre espejos, a través de ellos juega con la profundidad de los reflejos y las distancias dentro de los espacios. El suelo determina el ambiente de las pinturas, en las cuales carece de figuras humanas. En sus trabajos, entre finales de los setenta y principios de los ochenta, se puede observar que transmite su percepción del espacio, en el que las cosas vulgares y comunes asumen una dimensión profunda.

Según Ana María Escallón: (De las cosas a la razón de la existencia)

“El mundo estético de Santiago Cárdenas es peligroso. Impone la apariencia y niega cualquier verdad de carácter absoluto. En él nos movemos por entre los espacios donde las ilusiones se cumplen, sujetos a la aporía griega que postula el asombro como el principio del conocimiento. Vamos a la deriva por una realidad óptica que nos sorprende, ya que conjuga territorios tanto cotidianos como insólitos. Nos asombramos de ella porque pone en duda las distancias y el orden armónico del universo. Es un camino estético que desemboca en el ético y nos mueve a plantearnos el interrogante. ¿Dónde se encuentran las fronteras entre el mundo exterior y el interior? ¿Dónde se oculta el alma o la razón de la existencia?”

     Siento identificación con esta pintura puesto que la profundidad de los espejos, además de reflejar un ambiente claro pero indescifrable; me parece que expresa parte de la vida humana. Como una paradoja, frecuentemente hacemos actividades que no satisfacen nuestras necesidades y deseos, pero se siguen realizando por falta de opciones, por obligación o porque no se encuentra lo que realmente complace y entusiasma. Esto crea el sentimiento de vacío, tal como verse en un espejo donde se refleja tu alrededor pero no tu verdadero ser.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¿Por qué Letras?

     Creo que como a muchos cuando no sabíamos leer alguien nos narraba cuentos inventados, poemas o nos leían cortos libros. Cuando era muy pequeña mi familia compartía cuentos y libros conmigo, a partir de ese momento algunos escritores con sus historias y relatos trazaron un camino que marcó mi vehemencia por leer, escribir y sumergirme en esos tantos universos que me parecen mundos paralelos.

       En la escuela se organizaban concursos de escritura sobre diferentes temas; tanto poemas como cuentos e historias de mi autoría no faltaban en aquellos certámenes. Tal vez no eran los mejores ni los más resaltantes pero al escribir experimentaba como en mi mente sucedían “explosiones” de fascinantes pensamientos inextinguibles que debían ser plantados como semillas en cualquier papel que tuviera cerca, y esa sensación de liberar un pedazo de mí mediante la escritura se convirtió en algo que no quise dejar de hacer y sentir. Muchos escritores me han acompañado. Los primeros: Armando José Sequera, Quiroga, Antoine de Saint-Exupéry, Oscar Wilde. Entre los preferidos: Cortázar, García Márquez, Laura Antillano, Leonora Carrington, Aquiles Nazoa.

     Así se fue definiendo mi inclinación por las palabras y la relación con las letras que me ha acompañado al pasar por la escuela y el liceo, hasta este momento decisivo cuando me gustaría elegir la carrera universitaria de Letras como la más cercana a mi vocación literaria.

Misterio


Debe haber algo extrañamente sagrado
en la sal...
Está en nuestras lágrimas
y en el mar.

Khalil Gibran